domingo, 4 de abril de 2021

OTRO

 OTRO

Uno más y ya van dos, hijo, tus cumpleaños que no pasamos juntos. 

Sé que estarás bien, que ayer fuiste de museos, que hoy quizás tomes tarta, que recibiste nuestro regalo y mis cuentos más morbosos para saber tu opinión. No te asombras de esas letras tan distintas de otras porque sabes que soy cambiante, y escribo lo que me da la gana cuando me apetece. Que no me gusta festejar mi aniversario pero si los vuestros. 

Te tocó la mamá rara.

Ayer me pediste que escribiera un libro, que sería el mejor obsequio. Lo mismo tomo mis relatos torpes, desde el más ñoño al más demencial y los amalgamo. O termino alguno de los cíen mil cuentos largos que tengo empezados.

Te he comprado un espejo grande y esta tarde lo colgaremos en tu cuarto, sobre la cómoda. Cuando vengas, te verás mejor que en ese chiquito que ha sido quince años “provisional”. Aunque sigas mirándote, antes de salir, en el de cuerpo entero de mi habitación.

Tienes que volver pronto para llenar esa luna. El azogue, no sé si lo sabes, tiene memoria y guarda todos los rostros que se le asomaron. 

Este nuevo está vacío, esperándote.

Como yo, como todos nosotros.

Feliz veintidós vueltas al sol, Santiago. 

D. W




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