ABRIL
Yo lo sé.
Cuando las sábanas se enredan en mis tobillos, convirtiendo mi lecho en útero algodonoso y desoigo el reloj que parpadea en verde y no troncho las lianas del sueño, e ignoro la cita ineludible y anulo el desayuno y el arreglo.
Entonces sé que ha llegado Abril: el desidioso; el culpable.
D. W
No hay comentarios:
Publicar un comentario