INJUSTO
Noche de viento feroz y lluvia loca, de esa que no sabe dónde va y golpea por los cuatro costados. Lejanos truenos y fuertes relámpagos confirman que la tormenta es de Murube pero va lejana.
Protegida por mi manta gris, cálida y sintética, y un techo seguro sé que estoy a salvo pero eso no me basta para poder dormir. Siempre me asaltan las ganas de tirarme de la cama, agarrar un paraguas y resguardar a los desamparados que, fuera, no tienen un lugar donde caerse vivos.
En mi duermevela veo jóvenes precarios llevando comida basura a gente que no les importa la que está cayendo. A sintechos cubiertos con cartones empapados, refugiados en trincheras de cajeros y portales solo hasta las siete de la mañana. Hago míos el miedo de los perros encerrados en zulos donde morirán ahogados y la tristeza de los que penan con cadena perpetua.
Percibo la angustia de los gatos escondidos debajo de los coches, aterrorizados por el ruido del agua sobre la chapa, trepando hasta el motor buscando calor y encontrando la muerte.
Algunas buenas almas les llevan comida, entre las sombras de la noche como criminales, porque hay desgraciados a los que molesta que otros tengan el corazón del que ellos carecen.
Si a estas alturas no me he acostumbrado a este mundo es porque no pertenezco a él.
Injusto.
D. W
Está muy bien escrito y mejor sentido. Haces vivir el desamparo de los que no tienen nada, de los indefensos y olvidados. Y sí, es profundamente injusto
ResponderEliminarSé que lo sientes igual que yo 💔
EliminarAyyyyyy mi admirada "Dela", una vez más me encoges el corazón con tus pensamientos. Hacen falta en éste mundo muchas personas como tu.
ResponderEliminarBuenos dias y gracias por tus escritos, tus pensamientos, tus relatos...
Y como tú, querida Toñi, de las francas que miran de frente, de las trabajadoras por vocación. Eres una mujer extraordinaria.
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