martes, 21 de julio de 2020

TORMENTA

TORMENTA
¡Broommmm, brommmm! el tropel empieza lejano, casi inaudible. Apenas creíble.
La segunda vez se oye más cerca, la tercera ya está encima. Se acortan los tiempos entre truenos indicando la llegada de la tormenta.
Gatos y perros aprensivos se esconden bajo la cama y yo dentro de mi misma, contado los intervalos como si fueran dolores de parto. No me da miedo si no hay viento, sé que se trata de un niño grande al que le gusta hacer rodar una rueda de carro por los tejados. 
Eso me contaban aunque nunca lo vi así pegara la nariz a los cristales del balcón intentándolo.
Cambié miedo por curiosidad.
Y habrá quien diga que los cuentos son simples. 
D. W. 


2 comentarios:

  1. A mi me contaron que eran los angelitos haciendo mudanza.
    Quizas por eso las tormentas me encantan,no tanto las mudanzas, será que no soy muy angelical.
    Un noche de tormenta en la cancha de voley de las Trinitarias y a pesar de que quería sobre todo entrenar, entendí lo que es la contradicción.

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  2. Que bonita la tormenta de esta mañana.
    Me cogió en los baños del Carmen, y me sumergí en el agua, para recibirla con los brazos abiertos.

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