sábado, 4 de julio de 2020

JULIO, HOZ EN PUÑO

JULIO, HOZ EN PUÑO 
El séptimo mes se representa coronado de espigas y en honor a Julio Cesar lleva el nombre.
Las mieses listas para la recolección llenarán los silos asegurando alimento para el invierno. En la antigüedad, los labradores trenzaban, con la últimas gavilla, un muñeco al que atribuían ser espíritu del trigo, presidiendo las fiestas de la cosecha y quedando en el granero todo el año, protegiéndola.
Es Julio un efebo bronceado y lujurioso flanqueado por una virgen marinera que bendice la mar y un guerrero enfebrecido sobre un caballo blanco.
Caprichoso en su trato pues tanto agosta los campos como apedrea con granizo, así dice el viejo refrán: “en verano nube negra, mala como suegra”.
A Castilla la transforma en océano de oro mientras en la Costa la muchedumbre se sumerge en el azul líquido para aliviarse de la ardentía. Mes de asueto y siesta para quien pueda.
Sus cortas noches insomnes están hechas para el goce; el bochorno disipa la vergüenza de la desnudez y aviva los deseos ante la vista de piel ajena.
Treinta y un días de incendio nos esperan.
D. W.
*Ilustración del libro “Theatrum Sanitatis”.
Este relato fue publicado por la revista “El Observador” el viernes 3 de julio de 2020.



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