ANHELO
Es la noche de los deseos.
En la niñez este día pasa muy lentamente aliviada la espera solo por el paréntesis de la cabalgata. Volver a casa con un puñado de caramelos, lustrar los zapatos y a dormir pronto que si no los reyes pasan de largo.
Son tan modestos que evitan testigos de su generosidad aunque aceptan el anís y algún plátano para sus camellos.
Amanecerá el día haciendo felices a muchos niños, por desgracia no a todos.
Se reciba poco, demasiado o nada lo que nos queda es la humana facultad de anhelar lo imposible.
Aunque después no seamos satisfechos.
D. W.
*Oleo sobre lienzo.
“El escaparate de la juguetería”
Timoléon Marie Lobrichon ( Conord 1831/ París 1914).
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