jueves, 12 de diciembre de 2019

PURÍSIMO

PURÍSIMO 
La Formalidad definía a don Ramón. Comerciante de mediana edad, había sabido llevar su negocio tan bien que dio estudios a sus tres hijos . 
Vivían holgadamente, gente de orden que con teléfono, tele y coche eran los ricos del barrio. 
Llegó el día que la niña, virgen, catequista y miembra de cuantos grupos cristianos con guitarra hubiese dijo de casarse.
El novio era conocido por la familia de encontrase en misa. 
La pareja pía ideal.
La boda se organizó a lo grande, papá estando bautizado fue pagano de vestido y convite.
Ceremonia de siete curas en la Victoria, madrina con peineta de teja y mantilla y novia ruborosa, con cinco vueltas de Majorica al  cuello, el rostro velado por la ilusión del tul.
El sarao se hizo en una Venta con las sillas cocacola disfrazadas de fantasmas y la mamá de la desposada presumiendo del “cote de gamba”, súmmum gastronómico de los primeros ‘80.
Amenizó la velada la tuna de “estudiantes”, amiguitos del novio y más talluos que el Monte Coronáo cantando que se tirara la suegra por el balcón y que se habían terminado los claveles. 
A los postres papá padrino repartió los puros. Previsor, había convenido con la vendedora devolver las cajas sobrantes. No quería quedar mal si se acababan.
Dos enteritas quedaron si repartir.
El lunes las llevó al estanco “bendito el dinero que a casa vuelve”.
Dos días más tarde se presentaba la estanquera en su tienda hecha una energúmena.
_”¡Digo, er señó formá, pero ¿tendrá poca vergüenza?
El pobre no entendía nada. Su mujer preguntaba, 
_”¿Que tiene tú con esta Ramón?”
_”¿Yoooo?, señora por Dios que dice usted?
_”No ze jaga er tonto... que ma dejao como un trapo”.
Sacando un puro de la caja devuelta lo encendió y se lo encasquetó en la boca. 
_”¡Chupe, chupe!”. 
_”¡Que no fumo señ... PUM!. 
El petardillo le estalló en la cara.
_”¡Así ma devuerto lo puroh, con zorpreza, diiiigoooo”.
Don Ramón, con toda su formalidad, se cagó en la leche que mamaron los Tunos. 
Dela Uvedoble 

Este relato fue publicado en la revista “El OBSERVADOR” el viernes 29 de noviembre de 2019. 

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