jueves, 5 de diciembre de 2019

LA COPA QUE NO SE LLENA

LA COPA QUE NO SE LLENA
En esta semana, preludio de puente abierto al desenfreno consumista y al amor impostado hacia el prójimo, nuevamente la realidad nos baja de la ficción.
Una mujer es descuartizada por su cita “porque la maté sin querer (?) y me asusté”, arrojando los trozos a la basura.
Un cazador con licencia para matar acribilla, apalea y arrastra a una perra recién parida porque “me sale de los cojones”.
Al patio de un centro de acogida de niños alguien de muy negro corazón lanza una granada que no es fruta. 
Bonito panorama pre NAVIDEAD. Cerraremos el año con el candado lleno de orín de los ataúdes gastados.
Salimos a desgañitarnos unos pocos contra estos sin sentido y  nos ningunean. “Cuando acaben con sus cánticos se irán” se dicen, somos críos a los que se les aguanta un berrinche.
La maldad es mucha y los justos poquísimos como puede comprobarse. 
Espero estar viva para asistir al momento en el que nuestro vaso rebose como una copa menstrual.
A ver quien limpia toda esa sangre derramada, a ver quienes castigan a los monstruos. 
Tengo rabia por no poder hacer más que juntar letras para mitigarla. 
Porque no quiero pensar en la ley del Talión y lo hago. 
Mal lo veo. 
D. W. 


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